Descripción
195 páginas. Colección Biblioteca Histórica. Traducción y estudio preliminar de José Luis Romero. Algunos subrayados y marcaciones al margen en tinta. Li rivalidad entre el Imperio y el Papado convulsionó la vida italiana por espacio de dos siglos, Los partidarios del emperador —los gibélinos— se aferraban a las tradiciones y privilegios de la aristocracia feudal. Los güelfos, apoyados por el Vaticano, representaban los intereses de la naciente burguesía comercial. Esta lucha alcanzó su punto álgido en Florencia, donde un artesanado emprendedor e inteligente echaba las bases de la sociedad y de la cultura modernas. El triunfo de los güelfos fue allí rotundo, determinando el establecimiento de una república dominada por la oligarquía mercantil. Pero el equilibrio no se mantuvo mucho tiempo; el partido triunfante se escindió en blancos y negros; éstos continuadores de las tendencias aristocráticas, aquellos sostenedores de la pureza republicana. Las luchas se reanudaron con la antigua saña. A principios del siglo XIV, la intervención militar del emperador Enrique VII desplazó del poder a los blancos, provocando el exilio de ciudadanos tan eminentes como Dante Alighieri y Guido Cavalcanti. Dino Compagni, que formaba parte del gobierno de la Señoría, quedó relégado y oscurecido hasta el íin de sus días. En su forzado retiro hizo la crónica de las luchas intestinas que determinaron la ruina de la república florentina. Asi nació la Crónica de los blancos y los negros joya de la historiografía medieval: animada, realista e ingenua a la vez. José L. Romero ha escrito para esta edición un cumplido estudio, en el que examina la época y destaca los valores permanentes de la obra de Compagni.
