Descripción
315 páginas. Traducción de Osiris Troiani. Viñeta de Federico Borghini. El advenimiento de una sociedad de autómatas, a la vez esclavos y felices, es sin duda el tema capital de la literatura contemporánea. Huxley, Orwell, se sirven de él para satisfacer la innata afición inglesa por el relato de anticipación; pero hay toda una escuela centroeuropea más profunda, surgida quizás del mundo alucinante de Hoffman, a la que pertenece por derecho propio Corrado Alvaro, un meridional de severa cultura cuyo pensamiento está sellado por la noción de conflicto. Ilustran esa escuela Kafka, el maravilloso Kapek, el libro postumo de Werfel. Alvaro no alcanza, ciertamente, el vértigo metafísico de Kafka; pero el tormento del individuo asfixiado por lo sociólogo asume en él una mayor grandeza, porque es moral antes que psíquico. Por lo demás, Alvaro no cae en el alegato, tan sospechoso en esta época en que ciertos servicios de propaganda pretenden embarcarnos en una cruzada ideológica. La aterradora realidad que nos describe el ilustre novelista italiano no es propia de un país o un régimen determinado, sino una irresistible tendencia de la sociedad contemporánea, como demuestran día a día los despachos de prensa. El autor lleva su independencia de juicio, y su exacta comprensión del drama, hasta a describir sin complacencia la estructura de lo que hemos dado en llamar la libertad. Lo que hace tan fascinante (y quizás inevitable) el estado policial, es que el mundo en crisis no puede ofrecer como alternativa sino una vida sin objeto, la frivolidad y el hedonismo, lo que un personaje de la novela llama la idolatría”
