Descripción
281 páginas. Título del original en francés: Ces malades qui nous gouvernent. Traducción de Floreal Mazía. He aquí un libro tan original como trascendentalmente revelador y valiente: los historiales clínicos, a nivel de alta divulgación, de hombres que gobernaron en distintos países y cuyas decisiones, por su importancia, influyeron, en determinados momentos, en el curso de la Humanidad y en el futuro de la misma. En efecto, con las armas nucleares, los actuales jefes de Estado disponen de una fuerza que nunca hasta ahora les había concedido la Historia. De aquí que el equilibrio de los mismos, su capacidad para afrontar las situaciones más graves, constituyan una realidad política de suma importancia, ante la cual ningún ciudadano puede permanecer indiferente. Plantear por primera vez ante el gran público este problema es un mérito que se ha de atribuir a Pierre Accoce y al doctor Pierre Rentchnick. Pródigo en revelaciones conocidas hasta ahora únicamente por los especialistas, supone una auténtica contribución a la Historia en la mejor pie sus facetas. Por ejemplo, en el historial clínico de Franklin D. Roosevelt se nos dice que ya estaba enfermo en Yalta. Así lo atestiguan las fotografías de la época. Pero el ciudadano corriente no podía saber que su tensión arterial alcanzaba los 30 de máxima, lo cual reducía sensiblemente su lucidez en las negociaciones trascendentales que sostenía con Stalin, referentes nada menos que al reparto del mundo en zonas de influencia entre las grandes potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Tampoco nadie había revelado hasta ahora que el presidente John F. Kennedy se pasaba la mitad de los días tendido, aquejado de una grave afección de las glándulas suprarrenales, y precisamente en la época en que Kruschev hacía instalar los misiles soviéticos en Cuba. Abundan las revelaciones de esta misma índole referentes, entre otros muchos, a Franco, Salazar, Mao Tsé Tung, Kruschev, Breznev, Pío XII, Stalin y Nixon. Por último, ¿quién puede olvidar el calvario de los seis meses finales de Georges Pompidou? La obra de Accoce-Rentchnick tal vez ayude a explicar muchas de las decisiones tomadas por unos hombres que ya se encontraban gravemente enfermos a la hora de hacerlo.