Descripción
156 páginas. Colección Biblioteca Primor, 141. Al morir doña Margarita, la situación de Alegría en la casa donde había sido recogida por piedad, se tornó muy penosa, porque una muchacha joven y bonita no puede vivir bajo el mismo techo que un hombre de su misma edad, aunque se hayan criado como hermanos. Miguel Villalba, el hijo de doña Margarita, fue el primero en darse cuenta de ello y, después de largas conversaciones con la muchacha, se marchó a Madrid dejando a Alegría al cuidado do una vieja tía solterona, quien con su insolencia y malévolas insinuaciones, obligó a la pobre Alegría a huir de su lado. Un día, Miguel recibió, con asombro y dolor la noticia de que Alegría había desaparecido. Sin perder minuto emprendió el viaje hacia el pueblo, con la esperanza de dar con alguna huella de su paradero. Pero se había puesto en camino en malas condiciones de salud y a su llegada a la casa de sus mayores estaba muy enfermo, demasiado enfermo para darse cuenta de la presencia de Alegría, la cual había buscado refugio en su antigua morada, confiada en que Miguel volvería a buscarla y salvarla. Miguel había venido, pero a morir… Una noche, cuando sus horas parecían contadas, le pidió a Alegría, en un momento de lucidez, que se casara con él “in articulo mortis”. Accedió la muchacha y, gracias a una crisis feliz de la enfermedad, se encontró convertida en la esposa del hombre que amaba y que, a su vez, la quería con toda su alma.