Descripción
307 páginas. Esta obra constituye uno de los más altos exponentes de la novelística sudamericana. Amado, joven y fecundo escritor, alcanza con ella la plena madurez artística. En San Jorge de los Ilhéus el autor vuelve al tema del cacao, de las enormes fazendas y de la inaudita miseria de los plantadores. Los que hayan leído “Tierras del sin fin”, volverán a encontrar los mismos personajes moviéndose en los mismos lugares. Pero no en vano ha pasado un cuarto de siglo entre el momento de la acción de una y otra novela. Un elemento nuevo, que uno de los personajes de San Jorge de los Ilhéus compara a un enorme dragón, ha hecho su aparición en escena. Llega cuando la tierra —”tierra abonada con sangre”, dice Amado— ya ha sido conquistada al precio de muchas vidas. No ha tomado parte para nada en las luchas de los hombres entre sí y contra la naturaleza hostil. Sin embargo, llega a ser dueño de todo: de plantaciones y plantadores. Es el capital en manos de explotadores extranjeros, que poco a poco se apoderan de lo que tantos esfuerzos ha costado, imponiendo su única ley. Este proceso es descrito por Amado en páginas de brillante colorido y palpitante interés, en las que aparecen ya las nuevas fuerzas que se están gestando en las tierras del cacao y que conducirán a la reconquista de ellas por parte de sus legítimos dueños.