Descripción
284 páginas. Cuatro libros de cuentos publicados: Los que vieron la zarza (1966), Acuario (1972), Un resplandor que se apagó en el mundo (1977) y Las peras del mal (1982); y una entusiasta acogida por parte tanto del público cómo de la crítica especializada han consagrado a Liliana Heker como uno de los valores más sólidos surgidos en el campo de la narrativa argentina contemporánea, quizá la mayor figura femenina en el nutrido plantel de cuentistas de los años ’60. Sin la menor vacilación, con precisa eficacia, Liliana Heker incursiona ahora en la novelística. Porque Zona de clivaje corrobora ampliamente lo que cabía esperar de su autora: un sabio manejo de situaciones narrativas, la maestría en el diseño de los personajes, la bondad de los diálogos, una intrínseca calidad del relato. Pero esta novela no es sólo la perfecta armonía de recursos y técnicas, sino un bellísimo canto de amor a la vida, una apuesta al pleno goce de los sentidos, aunque aparentemente se muestre exasperada, dura, impiadosa. La anécdota puede reducirse a la compleja relación entre una joven estudiante y un intelectual prestigioso y narcisista; aunque en verdad de lo que se trata es de una despojada y sutilísima indagación en los meandros del alma femenina, un buceo sin cortapisas en los conflictos de una mujer que accede a la plenitud de su ser. En la estructura destellante y perfecta del cristal, la zona de clivaje es aquella donde la unión de los átomos se muestra débil y donde, por lo tanto, se da la posibilidad de su ruptura. Con arrojo, el personaje de esta novela pone a prueba constantemente sus zonas de clivaje.