Descripción
175 páginas. Rústica con solapas. Ilustraciones de Héctor Basaldúa. Las tierras de San Isidro, que desde lo alto de sus barrancas agrestes contemplan el río inmenso, a veces azul, a veces leonado, o tendido hasta el horizonte como una lámina de metal-bruñido, guardan el recuerdo de un pasado singularmente propicio a la evocación. De ello dan testimonio estas páginas en las que Inés Anchorena de Acevedo describe con amor, no exento de nostálgica ternura, el paisaje y los personajes que poblaron los sueños de su infancia. En los tres relatos que componen el volumen, la autora nos ofrece retratos psicológicos y reconstrucción de ambientes en los que, según propia declaración, se confunden, no pocas veces, realidad y fantasía. Así, en Histórico San Isidro nos cuenta la biografía de una casona solariega, sometida a sucesivas transformaciones impuestas por los avatares que consigo trae el tiempo. Las avispas de oro, que se posan pacíficamente en la cabeza de Mamicha, sugestivo personaje llegado de una remota aldea italiana, comparten, por así decir, las alternativas, ya felices, ya dramáticas, vividas por esa mujer sujeta a un extraño destino, mezcla de serenidad y sufrimiento. En Esto fue ayer, transitamos por un San Isidro a la vez próximo y remoto, donde loteos utilitarios no habían parcelado aún las grandes quintas señoriales, ni talado, sin misericordia, árboles venerables cargados de tradición y de historia. Son los tiempos en que por sus calles deambulaban típicas figuras lugareñas come aquella, inolvidable, del “Viejo Inglés”, que perdida la razón por causas nunca debidamente aclaradas, circulaba erguido y silencioso, viniendo o regresando a su casucha, expuesta a las crecientes que inundaban el Bajo. Las páginas de este libro tienen el valor evocativo de las memorias, sublimadas aquí por una sensibilidad estética que las impregna de poesía y las sumerge en un extraño clima de ensoñación, a través de un estilo cuya espontaneidad le concede una peculiar frescura.
