Descripción
158 páginas. Colección Cuadernos Latinoamericanos. El Estrecho Dudoso, ha dicho Pablo Antonio Cuadra, “es uno de los grandes aportes de Cardenal a la poesía en lengua española”. En él el pasado se proyecta sobre el presente con intención “epigramática”: los textos históricos, objetivamente expuestos, obligan al lector a una actitud crítica contra el presente que ellos reflejan en su espejo profético. Por ejemplo, Pedradas es Pedrarias, pero es al mismo tiempo, por magia poética, Somoza disfrazado de Pedrarias y aun todos nuestros pecados políticos, económicos y sociales. En la carta-prólogo que prefacia el texto, José Coronel Urtecho, con estilo inigualable, subraya cómo el ansia que daba origen a la búsqueda del Estrecho Dudoso y dio como resultado los descubrimientos y la conquista y el mestizaje racial y cultural de los pueblos hispanoamericanos, nacía de una actitud abierta no sólo al mundo sino también al infinito, a lo inexistente y aun a lo imposible. Lo materialmente imposible. A lo que quizás se deba que los latinoamericanos no seamos hoy tan ricos ni estemos “a la cabeza del progreso materialista, es decir, ya del todo perdidos y hasta posiblemente sin esperanza”. Porque como contrapunto del mundo abastado y fementido donde impera la economía de la abundancia, acaso la vocación de Hispanoamérica sea “descubrir lo no sabido”, el Estrecho siempre dudoso que lleva hacia ciudades soñadas “donde escogen para gobernadores los más sabios”. Vocación nada tranquila, por cierto, quijotesca, desesperante, malhadada, pero por la que quizás debamos los latinoamericanos, “como por todo lo que sucede, darle gracias a Dios”.
