El poeta en su poema – Battistessa, Angel J.

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Battistessa, Angel J.

Estado del ejemplar: Usado - Muy bueno
Número de inventario: 508936

Detalles bibliográficos

Editorial: Editorial Nova, Buenos Aires
Año de publicación: 1965
Encuadernación: Rústica con solapas
Estado: Usado - Muy bueno
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El poeta en su poema | Battistessa, Angel J. | Editorial Nova | 508936

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Descripción

384 páginas. Colección Biblioteca Arte y Ciencia de la Expresión, dirigida por Raúl H. Castagnino. Desde el luminoso acierto del título, en la selección de estudios, integrados a través del tiempo en una misma línea de sagaz erudición, personal decir y universalidad, El poeta en su poema constituye una Summa, que tanto certifica saber, sensibilidad y penetración crítica de su autor, el doctor . Ángel J. Battistessa, como documenta su plenitud de exegeta literario y concreta “sostenidos testimonios de una personal y ya dilatada experiencia trente a los grandes textos poéticos”. Sin alardes de engoladas pedagogías, el doctor Battistessa sutilmente lleva al lector a descubrir al poeta en el poema; no en pormenores biográficos prescindibles, sino en la esencia de lo humano, revelándole, a la vez, al hombre y “al espectáculo creador de su personalidad estética entrañable”. Sabe desplegar con maestría líneas y entrelineas de las manifestaciones poéticas —aun las de apariencia hermética o mistagógica—, extrayendo de sus laberintos la vida,,misma, los secretos de un “mester” de maravilla y trascendencia, que desgrana como privilegiado “conocedor”. Y en cada caso, con simpatía hacia autor y textos —modalidad “captadora e iluminadora del gusto”— que conduce al exegeta y a sus lectores a identificarse y “unimismarse” con el artista estudiado. El poeta en su poema resulta así una sucesión de análisis comprensivos de muy diversos autores que, aparte su natural concatenación cronológica, ostenta, como unidad fundamental, comunes actitudes asumidas por el crítico frente a cada uno de los textos considerados: “evitar las engañosas facilidades del impresionismo crítico” y adoptar “la estrictez filológica del arte y aun de la ciencia de conocer a los autores”; de una parte, el estilo, la fisonomía verbal del alma; de la otra, el rito fervoroso e indagador de la lectura, el lícito vicio impune. Es, en este aspecto, imagen de una vida consagrada al estudio fervoroso de las letras universales, a la enseñanza ejercida desde la cátedra, la tribuna y el libro, pero sin hispideces profesorales, sino plena de gracia y de savoir faire. Ángel J. Battistessa, primer argentino becado por la Universidad de Buenos Aires para perfeccionar conocimientos filológicos, ha hecho honor a tal responsabilidad, y su nombre es hoy señalado con respecto por los humanistas de Occidente. Enseñó en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, en el Instituto Nacional de Profesorado Secundario, en las Universidades Nacionales del Litoral y del Sur y en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Fue decano y es profesor emérito de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica Argentina. También ejerce, como profesor titular de Literatura Española, en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. Numerosas instituciones del viejo y del nuevo mundo lo cuentan entre sus miembros y ha sido profesor invitado en las universidades de Genova, Oxford, Heilderberg, Cambridge, La Sorbonne, Florencia y Roma. Por méritos propios obtuvo el privilegio de realizar investigaciones en la biblioteca privada de Benedetto Croce y en instituciones de cerrado exclusivismo. Ejerce o ha ejercido cargos, como la presidencia de “Argentina-Francia”, de la-Asociación Argentina de Estudios Dantescos, de los “Amigos de Paul Claudel”. Es miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Fundación Pedro de Mendoza. Dirigió las revistas Verbum, Logos y el Boletín del Instituto de Filología, de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Actualmente se halla al frente de los Cuadernos del idioma. Ha merecido lauros en el país y en el extranjero, entre los que se destacan el Premio Ricardo Rojas y el John F. Kennedy. Posee numerosas distinciones internacionales. Acorde con esta “carrera de honores”, la nutrida producción del doctor Battistessa incluye ensayos, traducciones y ediciones críticas. Sus estudios sobre Juan del Encina, José Hernández, Rainer María Rilke y Poetas y ‘prosistas españoles constituyen inapreciables fuentes de información, y las ediciones de la Biblia medieval romanceada, La chanson de Roland y La cautiva y El matadero, de Echeverría, son modelos de metodología y crítica filológica, elogiados unánimemente, lo mismo que su edición de Martin Fierro. La Editorial Nova, al incorporar El poeta en su poema a la “Biblioteca Arte y Ciencia de la Expresión”, se honra y complace en ofrecer al público hispanoparlante la obra de madurez de quien, al ingresar en el mundo intelectual, fue saludado por la máxima autoridad de don Ramón Menéndez Pidal como “un pleno valor de erudición sobria, nutrida y útil” (Madrid, 1925); de quien dijo Arturo Farinelli, el más acreditado estudioso en materia de literaturas comparadas: “La erudición de Ángel J. Battistessa pasma, pero no agobia. Su intuición es además inconfundible, y en materia de crítica sabe ser tan exigente como generoso. Este joven maestro es más que un profesor erudito: es un claro humanista moderno” (Turín, 1929). Poco después, en 1930, Paul Hazard, el ilustre catedrático de La Sorbonne, lo consignaba “auténtico maestro argentino de la literatura comparada”. Y años más tarde, en 1937, el maestro belga Lucien-Paul Thomas manifestaba: “Admiro profundamente sus hermosos y sutiles estudios sobre temas de poética y sus traducciones tan artísticas y penetrantes. Ángel J. Battistessa es un traductor dotado por sí mismo de una alta calidad lírica. Es también un crítico excepcional: uno de los intérpretes más completos de que tengo noticia en asuntos de poesía antigua y moderna.” Coincidentes opiniones han expresado, entre muchos otros, poetas como Paul Valéry y Paul Claudel, y estudiosos como W. J. Entwistle, de Oxford, y el ilustre romanista W. Meyer-Lübke, de Berlín. José Ortega y Gasset, en ocasión de su última estada en la Argentina, con referencia al doctor Battistessa, declaraba “diversos proyectos de imaginaria comunidad con él”. Sería interminable la enumeración de testimonios sobre la personalidad y obra del doctor Battistessa, pero la Editorial Nova se siente obligada a recordar especialmente, porque algún reflejo de esos honores le alcanzan al editar la que sin duda perdurará como síntesis acabada de saber y madurez del autor, que en una presentación en el secular colegio de Eton, Battistessa fue saludado como el “scholar” argentino más completo (1962), y en fecha más reciente (1963), en Madrid, se lo caracterizaba como “escritor, profesor, filólogo, ensayista, crítico de arte”. Y en el número del 9 de junio de dicho año, el Boletín del Congreso de Instituciones Hispánicas añadía: “Por su saber humanista, por sus inquietudes artísticas, por su riqueza espiritual, el doctor Battistessa habría descollado entre los grandes personajes renacentistas o hubiera alternado con los esclarecidos escritores del Siglo de Oro español.” El poeta en su poema recoge casi medio siglo de experiencia humana y literaria de este maestro que honra la cultura argentina, a quien Alfonso Reyes definió como “ojo y mano de filólogo” y Karl Vossler llamó “zahori de las napas profundas del idioma, sorprendente iluminador de textos”. Tales virtudes impulsan la dinámica del volumen, donde complicados inteligencia y emotividad, cosechan los frutos exquisitos de esta vendimia literaria. R. H. C.

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