Descripción
239 páginas. La relación entre las ideologías y las estructuras, antiguo problema de las ciencias sociales, es tratado aquí tomando en cuenta además una urdimbre temá-tica cuya proposición se remonta a siglos en la historia del pensamiento social: las relaciones entre poder y situación económica, entre valores y determinaciones históricas. El autor expone inicialmente una concepción general del tipo de relación entre ideologías y estructuras; a continuación caracteriza, en el plan estructural, formas determinadas de relación entre las clases y las alianzas políticas posibles en distintas “situaciones de dependencia-“; posteriormente, valoriza el concepto de “sociedades industriales dependientes” como elemento fundamental en la interpretación de los aspectos parciales —proceso de diferenciación estructural, proceso político, ideología, etcétera— en las relaciones entre las clases y su modo de orientación en los países periféricos que han logrado iniciar un proceso de industrialización. El pormenorizado análisis de las ideologías de los empresarios brasileños y argentinos permite verificar el valor explicativo y las limitaciones de estas ideas. Cardoso formula conclusiones parciales aparentemente contradictorias, ya que señala que no sólo el grupo que se alimenta por una ideología “nacional populista” es el menos apto estructuralmente para realizar una acción transformadora —dada su vinculación con los sectores menos dinámicos de la economía—— y que el sector “internacionalizante” es el económicamente “más progresista”, sino que, en conjunto, ambos son políticamente acomodaticios. Tienen, sin embargo, una política económica definida que se revela por la elección de aliados políticos en función del tipo de mercado que les parece —y es— el más adecuado a sus intereses. Así —a juzgar por sus ideologías— no es en el plano propiamente político de control del poder, al nivel de la sociedad global, donde los sectores industriales definen su vocación a la imposición, sino en el plano económico. Ahora bien, toda la literatura especializada destaca el hecho de que el empresariado moderno, en los países altamente industrializados, se torna por el contrario cada vez más politicamente activo y muestra que el control del Estado se transforma en el instrumento decisivo de la política empresarial. Sin embargo, esta contradicción no resulta de simple “inconsistencia ideológica”. En realidad, expresa nada menos que un aspecto esencial de la situación de dependencia aludida.
