Descripción
255pp El enfrentamiento, en escala universal, de dos sistemas económicos, políticos y sociales —el socialista y el capitalista—, con permanentes avances del primero y constantes retrocesos del segundo, impone a éste la necesidad de recurrir a formas más sutiles de combate. La guerra fría no abandona los métodos calientes, n¡ los sustituye. Antes bien, los complementa y los prepara. Sobrevivir —por lo mentís sobrevivir— equivale, para el imperialismo, a mentir. Aparte de no dar resultados, la guerra armada exige la preparación ideológica de los ejércitos intervencionistas y de la opinión pública mundial. Y la explotación económica debe ser respaldada-por-una argumentación que la convierta —en el pensamiento y la emoción de los pueblos explotados— en una necesidad histórica inevitable, una resignada aceptación, un regocijante way of life. Si se lucha contra ella —como se lucha cada vez más—, le hace falta al imperialismo fragmentar ese gran combate en multitud de pequeñas batallas aisladas y perdidas de antemano, ca umniar a los partidos y dirigentes que orientan y encauzan esa lucha, dividirlos, paralizarlos, desorientarlos, sumirlos en debates estériles, corromper, distraer (cuando no secuestrar, asesinar, torturar) . Es la batalla ideológica. Los medios de comunicación sociales de la Argentina—radio, cine, TV, periodismo, agencias noticiosas y de publicidad, etc.— vierten a raudales, en masa y cotidianamente, el gran embuste sobre los oídos y los ojos del pueblo. Tejen la red de la calumnia con hilos manejados y urdidos desde la sede imperial de los monopolios yanquis, a la vez que aherrojan el pensamiento libre, la difusión de la verdad. La red, aquélla; la tijera, ésta. El autor, Jorge FLOREZ McGREGOR, argentino, estudioso de las ciencias sociales, se introduce en el análisis de un tema hasta ahora no abordado en nuestro país. De eso se trata a fondo en este libro. Y a la vez que se sigue el tejido de la red, malla a malla, tejedor por tejedor —los de adentro y los de afuera—, se describe asimismo la forja y el temple de la acerada tijera que la cortará, que ya la está cortando. Los filos, cada vez más aguzados, de la tijera blandida por centenares de miles de manos harán hilachas de la red. Contra la mentira, la verdad.
