Sin rumbo – Cambaceres, Eugenio

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Cambaceres, Eugenio

Estado del ejemplar: Usado - Muy bueno
Número de inventario: 12202

Detalles bibliográficos

Editorial: Editorial Estrada, Buenos Aires
Año de publicación: 1971
Encuadernación: Rústica
Estado: Usado - Muy bueno
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ISBN:

Sin rumbo | Cambaceres, Eugenio | Editorial Estrada | 12202

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Descripción

185 páginas. Biblioteca de Clásicos Argentinos, dirigida por Julio Noé. Estudio preliminar y notas de Carlos ALberto Leumann. SIN RUMBO es, dudas afuera, un libro admirable. Encaremos, por lo pronto, un solo aspecto: sus visiones del campo argentino, rápidas, vividas: la escena de la esquila, y la vuelta de Andrés a su establecimiento, cuando casi se ahoga en las aguas de un arroyo, igualan, en su género, a los mejores pasajes descriptivos de Benito Lynch y de Güiraldes. Y si la novela se quedó muy lejos de José Hernández y de Guillermo Enrique Hudson, es porque el primero animó con eterna hermosura épica y trágica a la raza inconclusa de los gauchos, y por la calidad de la poesía que puso el otro en cada página escrita con los recuerdos de su perdida pampa. Y porque, con argumento interesante, y unidad y contextura, está llena de vacíos, como si al amargado autor no le hubiese dado la gana de realizar su obra a fondo. SIN RUMBO tiene subrepticia relación con el drama de Cambaceres. No por los actos del protagonista, sino en lo radical del argumento. Andrés, lo mismo que Cambaceres, es un hombre que le erró a la vida. Cada episodio no es más que consecuencia azarosa de una equivocación principal. Hasta hay cierto alcance simbólico a lo que ocurría con nuestro país, que por mirar demasiado hacia Europa perdía pie, y se andaba equivocando y cayendo a grandes tumbos en la llamada época de Juárez Celman. Cambaceres, como su héroe de ficción, se conoce o empieza a conocerse demasiado tarde, y aun entonces sólo por casualidad sospecha su propio talento de artista. El ambiente de ciudad, el gran mundo, y también los escritores, le han hecho daño. Le descomponen el alma, y se la dividen los viajes a Europa. Hijo del campo, en un país nuevo, inmenso, luminoso, no lo sabe. Pierde él rumbo. Choca con obstáculos miserables. Cuando los políticos lo convidan, tácitamente, a engañar al pueblo, Cambaceres sufre, se agria, se envenena, sofoca su angustia. El radio de su visión termina en punta. Ha perdido la noción de la anchura argentina, americana, hermosa; o la ha sofocado adrede en su sensibilidad y en su corazón.

Información adicional

Peso230 g