Descripción
127 páginas. Colección Yo fui testigo, 9. El sexo sigue siendo una cara oculta de la vida. Se sigue viviendo el sexo como pecado; la gente inicia su vida sexual —tan grativante para el destino personal— sin conocimientos adecuados. El resultado es la frustración, cuando no el embarazo de la mujer, que trae peores consecuencias: abortos, o hijos no queridos. El sexo, que debe ser consecuencia del amor, sólo trae problemas. ¿Por qué?