Descripción
187 páginas. Colección El Espejo. En los relatos de “El inocente” se concilian con maestría dos aspectos de la realidad: mientras uno, exterior, directo, bordea la crítica social y testimonia una visión dramática del país que muchos desconocen o niegan, el otro, alucinado, complejo, se aventura por el mundo de la poesía y de la paradoja moral, otorgando a sus personajes momentos de exaltación mediante los cuales alcanzan la plenitud de la inocencia o de la perversidad. Las tribulaciones de una familia en una Villa Miseria; la modesta alegría de una fiesta de obreros; el candor de una niña que se finge ciega para mendigar en una estación. Y junto a éstos, la ambigua sensatez de un rentista; el orgullo delirante de una jorobada; el Juicio que condena sin merced a una abuela piadosa, liviana cómo un corcho, y a un sargento procaz, pesado como un elefante… La provincia adquiere en estos relatos su carácter universal, porque son universales los juegos de la niñez , el amor, la desdicha, y la imaginación que transforma en belleza lo monstruoso para conjurar la soledad y el tedio. Como puede advertirse por su prosa, Juan Hernández es también poeta. Sus dos libros de versos,”Negada permanencia” y “Claridad vencida”, merecieron el elogio de figuras tan eminentes como Alfonso Reyes, Luis Cernuda y Ezequiel Martínez Estrada. Este último escribió a propósito de Claridad vencida: “Tiene el dominio de la expresión poética que no decae nunca, y alcanza transparencia y claridad meridiana. Fuerza, intensidad, nitidez, jubiloso vuelo. Cuanto, más sintético, más vivo. Como el diamante.”
