Descripción
229 páginas. Pocos renglones subrayados en tinta. Pequeño faltante en el índice que no afecta a la lectura. Título original: L’etre humain selon Teilhard de Chardin. Traducción: L. Medrano. Ningún pensador ha sido tan incomprendido como TEILHARD DE CHARDIN: no es que carezca de claridad, es que su punto de vista es tan nuevo y poco habitual que choca con los modos del pensamiento tradicional y no se sabe dónde situarlo. Para la mayoría de los científicos, tanto no creyentes como creyentes, su grandiosa síntesis, que desborda el punto de vista científico habitual, no pertenece a la ciencia; por tanto, es filosófica, calificativo que para el científico actual es, si no desfavorable, cuando menos sinónimo de falta de rigor y objetividad. Pero, inversamente, la mayoría de los filósofos no se limitan a la justa posición de no querer aceptar a Teilhard entre sus filas; no comprenden las posibilidades de la ciencia para la comprensión del mundo y del hombre, campo que desde siempre había estado reservado a la filosofía, y acusan a Teilhard de salirse de su competencia de científico para convertirse en un mal filósofo. Para los filósofos materialistas, Teilhard adultera la filosofía por idealismo; para los idealistas, se trata de un materialista fideísta que no concede al hombre el verdadero carácter específico de su naturaleza; en cuanto a los filósofos tomistas, o bien se oponen totalmente a Teilhard, o bien le reprochan que no sea uno de ellos. Sin embargo, Teilhard nunca afirmó que se propusiera dar una suma del pensamiento teológico, o que su visión científica aspirase a reemplazar la filosofía y la teología tradicionales. Al comienzo de El fenómeno humano, y en muchas otras obras, afirma limitarse a la fenomenología: «solamente el fenómeno, pero todo el fenómeno». Por tanto, aquel que se limitase al «fenómeno humano» y descuidase el «medio divino» empobrecería y mutilaría gravemente el pensamiento de Teilhard. Es decir, la descripción de Teilhard engloba lo que en la fenomenología religiosa es especialmente accesible y acorde con la visión científica, no para privilegiar un dominio reducido, sino para proyectar una luz nueva sobre ciertos aspectos de la fe, en general demasiado descuidados. Ante tantas polémicas que se desarrollan en la mayor confusión e incomprensión, el doctor CHAUCHARD, biólogo y neurofisiólogico, ha querido proyectar en esta obra un poco de luz sobre el pensamiento de Teilhard, a fin de que no sólo no sea peligroso, sino que, por el contrario, sea realmente útil.
